jueves, 2 de diciembre de 2010

Cáncer de mama

El cáncer de mama es un importante problema de salud pública. En la Argentina mueren cada año, aproximadamente 5.400 mujeres (MSAL 2009) y se diagnostican alrededor de 17.000 casos nuevos.

Los estudios muestran que el riesgo de cáncer de mama aumenta conforme la mujer envejece. Esta enfermedad es menos frecuente en mujeres menores de 35 años de edad. Las mujeres de 40 años y más tienen el riesgo de desarrollar cáncer de mama. Sin embargo, la mayoría de estos ocurren en mujeres mayores de 50 años de edad y el riesgo es especialmente alto en mujeres mayores de 60.

FACTORES DE RIESGO

Las investigaciones han demostrado que existen varios factores de riesgo que pueden aumentar las posibilidades de contraer cáncer de mama.

-A partir de los 40 años.

-Primera menstruación a edad muy temprana.

-Tener el primer hijo a edad avanzada.

-No haber dado a luz.

-No haber amamantado.

-Tener antecedentes personales de cáncer de mama.

-Tener antecedentes familiares de cáncer de mama (madre, hermana, hija).

-Haber recibido algún tipo de radioterapia en el pecho o la mama.

-Tener sobrepeso (aumenta el riesgo de cáncer de mama después de la menopausia).

-Tomar píldoras anticonceptivas, también llamadas anticonceptivos orales.

-No hacer ejercicio regularmente.

-Tabaquismo.

El hecho de tener alguno de estos factores de riesgo no significa que se contraerá la enfermedad. Casi todas las mujeres tienen algunos factores de riesgo y en su mayoría no contraen cáncer de mama. Si se tienen factores de riesgo de cáncer de mama, lo conveniente es consultar al médico sobre las maneras en que se pueden disminuir los riesgos y realizarse pruebas de detección temprana del cáncer de mama.

Síntomas del cáncer de mama

En las fases iniciales del cáncer de mama, las mujeres no experimentan ningún tipo de síntomas ni molestias aparentes. Por eso, muchas de estas patologías que se diagnostican actualmente, se realizan en mujeres que acuden a controles ginecológicos rutinarios, o en programas de prevención de cáncer de mama que tiene tanto el Sistema Público de Salud y de obras sociales. En algunos casos, el primer síntoma consiste en la aparición de un bulto en el pecho. Lo primero que hay que tener en cuenta, es que no todos los bultos o nódulos que aparecen en el pecho son un cáncer de mama. La mujer lo nota al asearse, en la ducha, o al colocarse alguna prenda de vestir que roce con el bulto, o al realizarse la autoexploración mamaria. En ciertas ocasiones, la mujer puede observar un cambio de característica en la piel de la zona mamaria, con depresiones o arrugas, que cambia su aspecto con el tiempo. A veces esta zona o aún toda la mama, puede aparecer como hinchada, inflamada, enrojecida, o incluso aumentar de tamaño. También se puede constatar cambios en el aspecto del pezón: que se introduzca hacia el interior de la mama, que se erosione o descame. Otras veces el aspecto del pezón es normal y lo que se produce son secreciones mamarias patológicas, de aspecto lechoso, acuoso o sanguinolento. Un signo de alarma que agrava el pronóstico del cáncer de mama, es la aparición de ganglios de la axila, generalmente de la mama afectada: se manifiestan como bultos perfectamente palpables, y corresponde a la hipertrofia ganglionar que ocasiona este tipo de patología.

Detección precoz

Aunque se puede lograr cierta reducción del riesgo mediante medidas de prevención, esas estrategias no pueden eliminar la mayoría de los cánceres de mama que se registran en los países de ingresos bajos y medios. Así pues, la detección precoz con vistas a mejorar el pronóstico y la supervivencia del cáncer de mama sigue siendo clave para el control de este tipo de cáncer.

Hay dos métodos de detección precoz:

-El diagnóstico precoz o el conocimiento de los primeros signos y síntomas en la población sintomática, para facilitar el diagnóstico y el tratamiento temprano.

-La aplicación sistemática de pruebas en una población aparentemente asintomática. Su objetivo es detectar a las personas que presenten anomalías indicativas de cáncer.

Control y prevención del cáncer de mama

El control del cáncer de mama implica la movilización de una amplia gama de recursos. Por un lado, recursos educativos que tengan eficiente llegada a la población con mensajes culturalmente adaptados que propicien conductas saludables, y recursos sanitarios que desarrollen acciones oportunas para el tamizaje de la cantidad máxima de mujeres en grupos de riesgo. Por otro lado, las actividades de detección precoz deben estar articuladas con las áreas médicas encargadas del estudio de las pacientes con hallazgos positivos y de direccionar los casos dentro del sistema para que, en el menor tiempo posible se descarte o confirme la presencia de cáncer y se inicien las terapias adecuadas para cada situación clínica. Finalmente, son imprescindibles recursos logísticos que permitan el adecuado monitoreo y control de calidad de todo el proceso.

Prevenir el cáncer de mama es una cuestión de Estado.

Entendamos el cuidado de la mama como un continuo, que va desde hábitos lo más saludables posibles, el auto-examen mamario, la detección precoz, pasa por el diagnóstico y culmina en el tratamiento y control de los síntomas.

El control de factores de riesgo específicos modificables, así como una prevención integrada eficaz de las enfermedades no transmisibles que promueva los alimentos saludables, la actividad física y el control del consumo de alcohol, el sobrepeso y la obesidad, podrían llegar a tener un efecto de reducción de la incidencia de cáncer de mama a largo plazo.

En la Argentina no se han realizado acciones sistemáticas para la prevención y control de cáncer de mama.

El desarrollo de una política diseñada y organizada acorde a las necesidades del país donde los objetivos e intervenciones deberían definirse en función de lo que es científicamente válido, económicamente factible y culturalmente apropiado para cada población, a nivel provincial, departamental y municipal, es fundamental y de carácter prioritario.

Indicaciones de la mamografía

-A toda mujer a partir de los 35. (Mamografía de base).

-A partir de los 30 años en aquellas mujeres con antecedentes directos de cáncer mamario (madre, hermanas).

-Previo a cualquier procedimiento quirúrgico en la mama a una mujer adulta.

-A pacientes con signos ó sintomas sugerentes de enfermedad mamaria.

-Cada 2 años a partir de los 40 años (control).

-Cada año a partir de los 50 años (control).

Auto-examen mamario


Fuente: Dr. Donato Spaccavento http://www.facebook.com/home.php?#!/notes/donato-spaccavento/cancer-de-mama/10150095628691858

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