miércoles, 20 de mayo de 2009

CARTA ABIERTA: No hay salida para los niños


Entre un violador y yo hay algo personal, entre la justicia y yo hay algo personal, entre los niños y yo hay algo personal.

Me siento parte de los niños del rincón, porque en definitiva cada ves somos más los arrinconados, porque hay que ver las barbaridades que se hacen cuando cuatro iluminados juegan a ser justos y en nombre de la defensa de los niños hacen atrocidades como por ejemplo el uso de la fuerza para sacar a los niños de un hogar, uso de la fuerza tan feroz que cualquiera diría que fueron a buscar a narcotraficantes atrincherados en plena selva colombiana.

Entonces lloro de bronca e impotencia pensando en los chicos, que bastaría que los conozcan para que sepan los señores jueces, los señores defensores y todos los que ahora trabajan en relación con el tan mentado caso del cura abusador que esa no es la forma de tratarlos, así no, así no ¡ ASÍ NO!!!

Bastaría que los miren a los ojos, que sostengan por un segundo sus miradas, que estrechen sus manos, que escuchen sus palabras en fin que se detengan a buscar entre y con ellos las soluciones que necesitan.

El mal se instaló entre esos niños el día que fueron dejados, por las razones que fueran, sin contención familiar. Parecía que el bien era otorgarles un hogar, con una cama, ropa limpia, un plato de comida educación y atención médica.

El mal siguió instalándose en sus vidas cuando la cabeza de ese hogar era un abusador, todos respiramos aliviados cuando la justicia lo comprueba y pensamos que ese mal protector de niños será juzgado y será, si Dios quiere, condenado y alejado de los niños, pero aquí viene la locura de la omnipotencia los jueces…en vez de alejar y condenar al abusador montan un circo y condenan a los niños a un nuevo abandono y despliegan la fuerza de infantería para desalojar a los NIÑOS de su lugar de referencia…

Señores la obra de ese hogar debe continuar porque está el lugar equipado y ofrece el espacio para que esos niños vivan una vida digna, pero…siguiendo los dictámenes de victimas y victimarios una vez más, vemos como se destruye a la víctima.

Claro ahora caigo en la cuenta, no dándoles oportunidad a los de abajo para que restauren sus vidas la fábrica del delito continúa aceitada para que los mercaderes de niños sigan haciendo el gran negocio, para que la prostitución y la esclavitud sigan necesitamos que el mal continúe su danza patética en las calles, que los abusadores sigan dando su misa en los templos y los oportunistas políticos filo-nazis continuen pidiendo seguridad y tratando de bajar la edad de los inculpados cosa que los medios aprovechan muy bien para que vender más noticias tendenciosas.

Para continuar con tal explotación se necesita que no haya salida para los niños.

Yo tuve la oportunidad de conocer a los chicos del hogar, tengo sus nombres anotados, los miré a los ojos, los escuché, conocí desde el más chiquito al más grande, todos ellos tiene sueños, querían ser carpinteros, doctores, maestras, querían tener un hogar; pero por sobre todas las cosas ellos se tenían a ellos, iban a las escuelas, estaban integrados ¿Cómo se les hace perder los vínculos que con tanto esfuerzo habían logrado construir? Muchos tenían entre ellos un gran afecto nacido de tanto estar juntos… ¿Porqué se los separa? ¿Porqué los dejan sin salida sacándoles lo bueno que habían edificado? Entre la gente que colaboraba con el hogar había gente sana y eran referentes para ellos, los querían y tenían en quien confiar, pero no, les sacaron todo…todo, al bueno y al malo y así dejaron la sensación instalada en la opinión pública de que el malo es menos malo ¡Qué horror!

Soy secretaria administrativa y payasa hospitalaria, payasóloga como uno de ellos me bautizó dándome un titulo que es para mí como una mención honorífica otorgado por la mejor facultad del mundo.

Soy la persona que los acompañó para realizarle los exámenes de rutina en el hospital Tornú esa que les dio los títeres para que jueguen en la sala de espera y les prometió que iría en las vacaciones de invierno a enseñarles a construirlos…

Perdón chicos, no es mi culpa si no puedo cumplir con mi promesa, pero sepan que el día que los payasos administremos justicia ustedes estarán a salvo, el día que los payasos asumamos el gobierno Ustedes estarán a salvo, el día que tomemos las Defensoría de los niños para hacer cumplir sus derechos Ustedes estarán a salvo. El día que los payasos tengamos una banca en las Naciones Unidas para hablar del incumplimiento en nuestro país de la convención de los derechos del niño, Ustedes estarán a salvo.

Les debo el taller de títeres, les prometo que nos encontraremos, porque eso sí, cuando los payasos tengamos el poder ustedes serán los titiriteros y no los títeres.

Graciela Liliana Vázquez

Dni 11.304917

lilivillurquera@hotmail.com





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