El actor, de 66 años, sufre de cáncer de garganta, y desde que recibió el diagnóstico se sometió a tres sesiones de quimioterapia y siete semanas de radiación, “el máximo (nivel de tratamiento) en ese período de tiempo”, según dijo en la nota.
“Es un infierno”. Así definió a la quimioterapia. “El nivel de quimio, la cantidad que me estaban dando, combinado con radiación, fue lo máximo que podían hacer. Es impresionante que llegan casi a matarte para traerte de nuevo a la vida”, describió. Pero, paradójicamente, rescató un imprevisto y profundo lado positivo: “Me vi desbordado por el poder del amor y el apoyo. El cáncer me mostró lo que es la familia. Me mostró un amor que nunca creí que exista de verdad”.
Además de su intenso tratamiento médico, Douglas tiene que lidiar a diario con la continua presencia de los paparazzis, radicados en los alrededores de su hogar en Nueva York. Desde que se conoció la noticia, los tabloides siguieron los pasos del artista tratando de conseguir la mejor foto que de cuenta sobre su estado de salud. Incluso en la publicación National Enquirer se ha llegado a decir que estaba al borde de la muerte, con una foto de portada donde se lo veía visiblemente desmejorado.
'No leo ese tipo de cosas, digan lo que digan', comentó la actriz y esposa de Douglas, Catherine Zeta-Jones. 'Lo que sí me afecta es el hecho de que Michael esté secuestrado en el departamento. Pero ahora mismo él está en una curva ascendente', dijo la protagonista de La máscara del Zorro, esperanzada.
El reportero que realizó la entrevista, Stephen Galloway, retrata a un Douglas con buen aspecto y 'muy vivo', y destacó que estuvo animoso durante la hora y media que duró la conversación.
Los doctores del centro oncológico neoyorquino Sloan-Kettering le explicaron al actor que tenía un 80 por ciento de posibilidades de recuperarse del cáncer, y en enero le someterán a nuevas pruebas para comprobar que el tumor ha sido eliminado por completo.
“A decir verdad, todavía no le he digerido. A medida que pasaba por las distintas etapas del tratamiento, no pensaba que era algo de vida o muerte. Lo vi simplemente como una enfermedad que se puede curar. Puse pocas perspectivas en la mortalidad, obviamente”.
Ganador de un Oscar por Wall Street (1987), Douglas ha confesado que su situación le había hecho 'tomar cierta perspectiva sobre la mortaliad', aunque prefirió enfocar su batalla contra el cáncer como una 'enfermedad más de la que uno se cura, y no como un asunto de vida o muerte'.
Fuente: http://www.hola.com.ar
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