martes, 16 de junio de 2009

La comunicación familiar puede evitar la ofensa sexual

Tener una comunicación fluida con los/as niños/as y enseñarles los límites de los espacios corporales, ayuda a que los más chicos sepan cuándo algo es correcto o incorrecto. La licenciada Isabel Boschi, miembro de la Sociedad Argentina de Sexualidad Humana nos asegura que conocer y respetar el propio cuerpo y el de los demás es una de las primeras formas con las que podemos evitar la ofensa sexual.

Por Ana Belén Lara - Para Todo Salud

La comunicación gira en torno a todos los espacios de la vida y el estimularla y saber aprovecharla puede hacer que hasta las actividades más comunes se vuelvan mucho más productivas. La familia, para que funcione como núcleo socializador, debe tener una comunicación fluida y constante entre sus integrantes; almorzar o cenar en familia puede ser un excelente momento para compartir con los demás nuestras actividades cotidianas.

Según la licenciada Isabel Boschi, vicepresidenta de la Federación Sexológica Argentina, “hay que enseñarles a los niños, con enorme amor y cuidado, el conocimiento de su propio cuerpo y el respeto por el cuerpo propio y el de los otros. Una de las formas, por ejemplo en los niños pequeños desde el jardín de infantes, es enseñarles el cuidado del espacio, los límites corporales, por ahí se empieza: cuál es su espacio, cuál es el de los otros, a través de juegos. Todos los niños tienen juegos sexuales infantiles, eso no es imprudente; pero si los juegos no son consentidos se les enseña a decir, por ejemplo eso no me gustó”. También la licenciada expresó que “los niños no tienen por qué ser besados por las visitas ni ser obligados a besar a las visitas, con que saluden con palabras, cuando tienen el lenguaje adecuado, es suficiente. Todas estas son pequeñas medidas preventivas que van sellando la autonomía del niño, que no por ser pequeño no tiene ya una identidad que se va perfilando con los años”.

Es importante tener en cuenta que este proceso debe ser acompañado permanentemente por los padres ymadres que deben encargarse de asegurar estas medidas, ya que el niño o la niña no podrán estar siempre en compañía de un adulto que lo/a vigile y debe aprender a manejarse solo/a en situaciones acordes a su edad y madurez. “Este es un eje central para poder hacer que cada chico no necesite un cuidador permanente, sí cuando son pequeños, pero tienen que saber cuidarse, y no exponerse a situaciones de riesgo”.

La Licenciada Boschi manifestó que durante el último congreso en Viena acerca de Sexualidad y Ofensa Sexual, se comentó que una de las situaciones más comunes en que se cometen abusos sexuales es cuando el/la niño/a está viendo televisión junto a un adulto. Por esto es de vital importancia la comunicación, como padres y madres debemos hacer que nuestros hijos/as confíen en nosotros, que se sientan escuchados/as y que jamás se sientan recriminados/as por situaciones en las que no tuvieron voz ni voto. “Los chicos tienen que atender a sus intuiciones y lo padres deben preguntarles, ¿te gustó lo que te pasó o no?, ¿por qué no contás..?, con cualquier circunstancia de la vida, tener diálogo los niños con los adultos y al revés, que los adultos sepan dialogar con el niño, que escuchen; es una manera preventiva interesante de los adultos que queremos a los chicos para que no les pasen cosas indeseables”, aseguró Isabel Boschi.



Además la vicepresidenta de la Federación Sexológica Argentina, agregó que “la sexualidad humana es muy variada, tiene aspectos hermosos que se desarrollan a lo largo de toda la vida y algunos aspectos siniestros, no tenemos que reforzar los siniestros sino tenemos que prevenirlos y no pensar que la sexualidad es asquerosa”. En este sentido, la profesional afirmó que “la sexualidad es bella y nos permite comunicarnos entre los seres humanos. Sexualidad en el sentido amplio de la palabra, no solamente genitalidad”.

Por último la licenciada Isabel Boschi recomendó “ser cuidadosos con los medios de comunicación, que en algunas ocasiones presentan imágenes puramente vendibles, exageradas, feas sobre conductas corporales o sexuales de jóvenes que parecen que están viviendo al divino botón; cuando la conducta que hay que presentar es la del esfuerzo, la del estudio, la del placer sano y abierto”.

La sexualidad, parte inherente a nuestra persona, tanto en lo físico como mental y espiritual, está con nosotros desde que nacemos hasta que dejamos este mundo y cada etapa de nuestra vida supone una sexualidad diferente, acorde a nuestra edad y capacidad. Por esto la educación sexual nunca termina, siempre estamos a tiempo de aprender algo nuevo que pueda enriquecernos. Como madres y padres, dar información sobre el conocimiento y cuidado del cuerpo, los cambios corporales de la adolescencia, el aprender a respetar al otro y sus diferencias, etcétera… es de suma importancia para la autonomía de nuestro hijo o hija. No debemos olvidar que la información va a ser su herramienta de defensa tanto ante situaciones adversas como positivas.

Fuente fotografía:andreinadelosangeles.blogspot.com

0 comentarios:

 
Sumemos :: Temática Social, Discapacidad y Grupos Vulnerables © 2008