martes, 16 de junio de 2009

Sexualidad y discapacidad: “Los devotees viven en profunda soledad y sufrimiento”


- ¿Podemos establecer cuál es la frontera que separa al devotee de alguien que la psicología llamaba, y en muchos casos sigue llamando, “perverso”?

Lic. María Elena Villa Abrille*: El primer punto es distinguir, diferenciar los distintos tipos de devotee. El devotee común siente una atracción sexual muy fuerte hacia las personas con discapacidad. Por otro lado encontramos al “admirador”, que no siente ese deseo sexual sino que admira cómo las personas con discapacidad llevan adelante sus vidas. Este tipo de devotees suelen encontrarse trabajando en forma cercana a las personas con discapacidad. También es importante señalar que existen un 20% más de devotees varones que mujeres. Es muy común que los devotees, si bien suelen tener un buen nivel socioeconómico y cultural, vivan en profunda soledad y sufrimiento porque viven sus sentimientos como vergonzantes. Existe un grupo de devotees que puede ser considerado desde lo psicológico como parafilia, como también tenemos otros grupos de personas que de muy chicos sienten atracción por las personas con discapacidad, pero su manera de relacionarse con ellas es global, no fijada en la lesión y pueden llegar a tener relaciones estables.

- ¿Qué características reúnen los devotees que tienen una actitud parafílica?

M.E.B.A: Por lo general son personas que sienten esta atracción desde los 3 a 6 años y que ha dejado una marca. Quienes actúan realmente desde una actitud parafílica, tienden a merodear a la persona discapacitada y su gran deseo compulsivo es tener una relación sexual con dichas personas. El varón suele elegir a la mujer con amputación de una pierna, y la mujer prefiere a hombres en silla de ruedas. El devotee parafílico no se fija en la otra persona ni en el daño que le puede hacer, por lo tanto tiende al engaño o a establecer una relación de poder, conflictiva y problemática.

- ¿Y los devotees no parafílicos?

M.E.B.A: En este caso estamos hablando de un respeto y de una aceptación mutua. Esta persona podría estar encuadrada dentro de las denominadas pseudo parafilias, que siempre y cuando no dañen al otro, que planteen relaciones de común acuerdo, no son patológicas. Lo novedoso, es que más allá de la condena social, en los foros de internet, las personas con discapacidad piden compañía devotee para relación estable o no, cada vez mayor frecuencia. Si a estas personas la sociedad actual no les da su lugar en la búsqueda de la imagen perfecta, la armonía, la belleza, menos cabida tendrán en la expresión sexual. Esto me lleva a pensar ¿qué de malo hay en que una persona tetrapléjica pueda tener una relación sexual sin compromiso con un devotee?
Lo positivo del surgimiento a lo social de estas temáticas resulta de gran ayuda: por un lado a los devotees no parafílicos, para perder el sentimiento de culpa y soledad; a las personas con discapacidad a estar más atentas hacia aquellos que se acerquen a través de una actitud obsesiva y que pueda resultar dañina.

* María Elena Villa Abrille es psicóloga y sexóloga clínica acreditada por la SASH (Sociedad Argentina de Sexualidad Humana). El día 18 de agosto brindó una conferencia titulada “Fenómenos ‘Devotee y Wannabe’: elecciones sexuales con personas con discapacidad (¿parafilias o simplemente preferencias sexuales?)”, en el Ateneo Científico de la SASH. E-mail: villaabrille@fibertel.com.ar

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