jueves, 13 de agosto de 2009

El Llamado de la sangre: Entrevista a hematologa Dra. Ana del pozo

Encabeza el Servicio de Hemoterapia del Hospital de Pediatría Juan Garrahan, donde inauguró el primer Banco Público de Células de Cordón Umbilical del país. En esta entrevista, la especialista en hemoterapia e inmunohematología repasa los motivos por los cuales impulsa con fervor la donación altruista de sangre.

Alguna vez declaró que la donación de sangre se transformó en la gasolina del sistema de salud ¿Por qué?

La provisión de sangre segura es una fuerza fundamental para la asistencia sanitaria. De hecho, la Organización Mundial de la Salud considera a la suficiencia de la reserva sanguínea nacional como un índice de desarrollo humano. El problema del subdesarrollo es que no tenemos una visión global de todos los procesos. Argentina todavía posee una alta tasa de mortalidad materna porque en muchos pueblos del interior profundo las mujeres se mueren a raíz de las hemorragias producidas durante el parto y el posparto, ésta es la segunda causa de fallecimiento entre las puérperas.

¿Por qué los bancos de sangre locales sólo funcionan para el autoabastecimiento y con donantes familiares de reposición?

Lo que fomenta a la mayoría de las personas a donar es la necesidad específica de un pariente o conocido. Pero nuestra sociedad aún no tomó conciencia del valor de la donación altruista, anónima y no remunerada. La puesta en marcha de un sistema de donantes regulares y repetidos permitiría tener permanentemente un stock disponible de sangre segura para transfundir. Aunque no existe ningún producto biológico totalmente fiable, la donación ocasional que procede de familiares o allegados convocados de urgencia es riesgosa en comparación con la de los dadores habituales, porque pese a los controles a la que es sometida puede causar contagios de enfermedades como la hepatitis C y B, sífilis u otras, que poseen períodos de ventana durante los cuales son indetectables. Además, de esta forma terminaríamos con la perversidad que significa pedirle al paciente que se ocupe de reponer la sangre que recibió. Por eso, requerimos del desarrollo continuo y sostenido de programas educativos y campañas publicitarias que informen a la ciudadanía, para que ésta se involucre activamente en la cuestión. La donación de sangre es una responsabilidad de todos. Ser donante no es un derecho, sino un privilegio de quienes están en mejores condiciones de salud.

¿Qué políticas debe impulsar el Estado para incentivar la donación altruista?

Hay que invertir dinero en el desarrollo de acciones de difusión tendientes a informar y educar a la población sobre su importancia. Tanto en Europa como en Estados Unidos el 30 por ciento del gasto que supone la obtención de una bolsa de sangre corresponde al trabajo de captación del donante. En los últimos tiempos se realizaron varias campañas de promoción de la salud en el Obelisco donde se divulgó la importancia de la donación y se efectuaron exitosas colectas, pero estas iniciativas -aunque muy válidas- son insuficientes. Necesitamos un programa anual de actividades que promueva entre toda la población los beneficios que conlleva la donación de sangre, e impulse la realización de colectas y la captación de donantes altruistas. En 2000 hicimos un estudio antropológico y muchos entrevistados decían que no donaban porque nadie les había informado cómo o dónde hacerlo. Mientras que en países como Honduras o El Salvador el 50% de la sangre para transfundir proviene de dadores regulares, aquí es probable que alcancemos alrededor del 15 por ciento. Aunque el 9 de noviembre fue declarado Día Nacional del Donante Voluntario de Sangre (en honor a la primera transfusión efectuada por el doctor Luis Agote, en 1914) y las escuelas primarias y secundarias lo incorporaron a su calendario, el efecto multiplicador que estas medidas tienen no es suficiente. Hay que organizar una campaña integral que machaque sobre la necesidad y la utilidad de la sangre, y coordinar sistemas nacionales y centralizados de transfusión, que cuenten con métodos de gestión de calidad en todas sus áreas. El Servicio de Hemoterapia del Garrahan está compuesto por un equipo de trabajo interdisciplinario que con mucho esfuerzo logró llegar a la comunidad. Hay abuelos de pacientes que se convirtieron en dadores repetidos y siguen trabajando con nosotros. En la actualidad, el porcentaje de donación altruista en nuestro hospital es del 22%, y el 43% de nuestros donantes son repetidos. Afortunadamente, ya está aprobada la construcción de un nuevo Banco de Sangre, que ofrecerá a quienes se acerquen un espacio confortable, diferenciado del empleado para la atención de los pacientes, y que permitirá que los voluntarios y el equipo de promoción desarrollen mejor sus tareas. Es realmente paradojal que necesitemos sangre en forma crítica y que en algunas instituciones no atiendan los sábados o lo hagan en una banda horaria de 3 o a lo sumo 4 horas, lo cual fuerza al donante voluntario a hacer piruetas para poder ser atendido.

¿Por qué se creó el Banco Público de Sangre de Cordón Umbilical?

El objetivo es recolectar, procesar y criopreservar la sangre de cordón para destinarla a pacientes no familiares que requieran un trasplante de médula ósea y proporcionar tratamiento y hasta curación a diversas enfermedades oncohematológicas, inmunológicas y genéticas. Cuando las publicaciones especializadas comenzaron a hablar sobre su empleo como nueva fuente de células progenitoras hematopoyéticas (encargadas de renovar aquellas que están dañadas), decidimos desarrollar la práctica aquí, porque hay muchos chicos con leucemia y aplasia que sólo podían recibir la médula de sus hermanos, a los que encima había que llevar al quirófano. Este procedimiento no duele, ya que al nacer el bebé recogemos las células madre que se concentran en la sangre que permanece en el cordón y en la placenta (idéntica a la que circula por su cuerpo), y las almacenamos en nitrógeno líquido a -196 grados. La primera vez que lo pusimos en práctica fue en 1997, cuando a una niña jujeña que había perdido el injerto efectuado con médula de su papá le transfundimos células extraídas del cordón de su hermano recién nacido, obtenidas el año anterior. En los pacientes con inmunodeficiencias los resultados conseguidos son espectaculares, porque pueden recobrar sus defensas y curarse.

fuente: http://www.defensoria.org.ar/publicaciones/newsletter.php#entrevista



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