miércoles, 23 de diciembre de 2009

Alexitimia...La Era del Hielo, versión emocional

Los encontramos en la familia, entre los amigos, en el trabajo, en las universidades y porqué no en una manifestación, en una cancha de futbol o en una discoteca. Seguramente los conoces, y quizá hasta tengas la desgracia de convivir con uno de ellos, o de tener algún tipo de intimidad. Se los describe como insensibles, racionales, inexpresivos, fríos, duros, calculadores, impasibles, imperturbable, impávidos, indiferentes, apáticos, tímidos, herméticos o ermitaños.La posibilidad de entenderlos, en tu caso, es un intento más por explicarte de qué fibra están hechos...Es que mientras ellos parecen imperturbables frente al mundo,vos te angustias rogándoles que se conmuevan.Pero lejos de todo esfuerzo... ¿No te preguntaste si pueden o no conmoverse,y si lo hacen, saben como demostrártelo?Quien te dice que, lo que a ellos les pasa, probablemente se llame alexitimia, un trastorno común al 8% de los varones y el 1,8 % de las mujeres, así cómo también al 30 % de las personas con problemas psicológicos.


Y si es así, más allá de conocer el término técnico, se abre una posibilidad de pedir ayuda profesionaly enseñarles lo que no han aprendido. Algo tan básico como sentir y animarse a compartirlo.

Alexi ¿qué??????

La "alexitimia", es la dificultad para reconocer las emociones propias; expresarlas con palabras o gestos, y/o de reconocer las emociones de otros.


El vocablo alexitimia proviene de las raíces griegas a (sin), lexis (palabra) y thimos, (afecto), es decir, sin palabras para los afectos.


Daniel Goleman, define la Inteligencia Emocional a la capacidad de reconocer nuestros propios sentimientos, los sentimientos de los demás, motivarnos y manejar adecuadamente las relaciones que sostenemos con los demás y con nosotros mismos. Teniendo en cuenta esto, es que muchos autores suelen llamarlos "ignorantes o analfabetos emocionales".


Durante la década de los 50 y 60, los psiquiatras Peter E. Sifneos y John C. Nemiah, del Beth Israel Hospital, en Harvard, vieron que una gran cantidad de pacientes con trastornos psicosomáticos tenía muchas dificultades para hablar de sus emociones. Además, notaron que adquirían una postura rígida, se centraban en los detalles funcionales y no usaban la fantasía. Recién en 1972, Sifneos acuñó el término alexitimia para designar estas características.


¿Cómo se reconoceuna emoción?


En nuestra vida cotidiana nos encontramos muchas situaciones que nos ponen a prueba. Una EMOCIÓN es una reacción, una respuesta del organismo ante algo que pasa (un acontecimiento), y que tiene significado para nosotros.

Este estímulo puede ser externo, un accidente, una discusión o una mala noticia. O bien interna y provenir de un pensamiento, de un dolor físico o un recuerdo.

Cada emoción, podemos reconocerla, en tres dimensiones

  • Reacción neurofisiológica: reacciones del organismo "involuntarias"
  • Reacción cognitiva ¿qué pensamos?
  • Reacción comportamental ¿qué hacemos?

El reconocimiento de la relación entre la emoción, cuerpo, lenguaje y conocimiento, nos permite no sólo una determinada interpretación de los fenómenos emotivos, sino también de posibilidades concretas de pensamiento y acción.

Bien, esto que puede parecernos algo sencillo, es incomprensible para un alexitimico
Vale aclarar que ellos no carecen de emociones. Simplemente no son conscientes de las expresiones fisiológicas de las emociones o no pueden interpretarlas. Es decir, no saben, por ejemplo, que las palpitaciones que están sintiendo se deben a la ansiedad. Sin embargo, cuando la causa y la naturaleza de la emoción es obvia, por ejemplo cuando reciben una buena noticia, pueden tener emociones como cualquier otra persona, aunque no las manifiesten o no puedan contarlas.Las emociones intensas tienden a tomarlos por sorpresa y pueden tener problemas para limitar su expresión. Así, sus escasas manifestaciones emocionales, tienden a ser explosivas, bruscas e incontroladas y en general están más ligadas a emociones negativas como la ira o la furia.

Características de la alexitimia

1. Dificultad para identificar emociones y sentimientos. Estas personas tienen problemas para diferenciar una emoción de otra. Por ejemplo, no saben con seguridad si lo que sienten es miedo o ira. Esta incapacidad no se da sólo respecto a los propios sentimientos, sino que también tienen dificultades para identificar las emociones en los demás (en sus voces, expresiones faciales, posturas).

2. Dificultad para describir emociones y sentimientos. Les resulta imposible describir lo que sienten y describir a otras personas todo lo referente al ámbito subjetivo y de los afectos.

3. Dificultad para diferenciar los sentimientos de las sensaciones corporales que acompañan a la activación emocional. Las emociones suelen ir acompañadas de síntomas fisiológicos, como sudoración, aceleración de ritmo cardiaco, etc. Los alexitímicos atribuyen estas manifestaciones fisiológicas a síntomas vagos o los confunden con la emoción misma. Cuando siente emociones intensas, esta persona describe simplemente un malestar físico de un modo impreciso.

4. Reducida capacidad de fantasía y de pensamiento simbólico. Suelen tener un pensamiento concreto, con problemas para el manejo simbólico de las emociones. Su forma de hablar es monótona, parca y sin matices afectivos. Apenas gesticulan ni introducen cambios en el tono de voz, se sientan de forma rígida y su semblante es inexpresivo.

5. Preocupación por los detalles y acontecimientos externos. En su lenguaje apenas existen referencias abstractas y simbólicas, sino que se limitan a describir detalles concretos, sin un tono afectivo.

6. Utilizan la acción como estrategia de afrontamiento en situaciones de conflicto. El modo de resolver un estado emocional desagradable en estas personas, consiste en la realización de conductas directas. Tienen una orientación de tipo práctico y un escaso contacto con su realidad psíquica.

Origen y Clasificaciónde la alexitimia

Pese a que la alexitimia apenas se abre paso entre la psiquiatría a nivel mundial como motivo de investigaciones científicas, en nuestros días puede hacerse una clasificación de la enfermedad:
Primaria. Se debe a predisposición genética o anomalías neurológicas que pueden presentarse al nacer o por efecto del consumo de drogas. Su fundamento básico parte de que la emoción, en la mayoría de las personas diestras, se localiza en el hemisferio derecho del cerebro y la expresión verbal en el izquierdo, de forma que la poca, o nula, comunicación entre ambas zonas ocasiona incapacidad para expresar y describir sentimientos; cabe destacar que ello no significa que quien la padece no sienta afecto.

Secundaria. Como secuela de un traumatismo emocional grave que bien pudo presentarse en la infancia o de una prolongada situación de intenso estrés, lo que ha sido denominado síndrome o trastorno postraumático, el cual incluye alteraciones físicas y psicológicas en quienes han sufrido horror extremo (violación, tortura, secuestro, desastres naturales o accidentes), el cual puede llegar a ser incapacitante.

Lo anterior se observó en un estudio científico con supervivientes de los campos de concentración nazis y veteranos de la guerra de Vietnam. Los especialistas lo explican como un mecanismo de defensa y de negación ante traumas y conflictos, que reprime tajantemente los sentimientos.
Por otra parte, algunos investigadores relacionan estrechamente al factor sociocultural con la alexitimia, del cual forman parte los modelos de comunicación familiar y de aprendizaje social. Mire usted, un bebé es incapaz de hablar o de organizar sus experiencias emocionales a causa de su inmadurez verbalizadora, por lo cual depende de otra persona para aprender a identificar y manejar sus estados emocionales. Es así que la enseñanza de cariño de quienes lo rodean, permitirá al niño expresarse, al mismo tiempo que va creciendo mentalmente. Las constantes anomalías en la comunicación madre-hijo, e incluso padre-hijo, son factores que promueven el desarrollo de esta enfermedad.

Superando la alexitimia

El poco tiempo que la alexitimia tiene de haberse incorporado a la ciencia como motivo de estudio, hace que aun se preste a muchas interrogantes. Una de ellas es el tratamiento, ya que el primer paso para superar el problema es reconocer que se tiene, lo cual, como en muchos trastornos mentales o neurológicos, difícilmente es aceptado por el paciente. Una vez superado este obstáculo debe hacérsele ver la necesidad de ayuda mediante terapias psicológicas apoyadas en alto porcentaje de casos por medicamentos (neurolépticos, ansiolíticos -ambos son tranquilizantes, prescritos para el tratamiento de ansiedad- o antidepresivos).

La ciencia no se detiene y aun se sigue investigando sobre la alexitimia. Es así que igualmente se tienen incipientes indicios de relacionarlo a individuos que han padecido adicciones (alcohol, drogas o conducta sexual compulsiva), hipertensión, artritis reumatoide, enfermedades inflamatorias intestinales (úlcera o colitis), en mujeres durante el síndrome premenstrual y en pacientes con trastornos de conducta alimentaria, como obesidad, anorexia (ausencia de apetito y distorsión del enfermo en cuento a su imagen corporal por temor extremo a la obesidad) y bulimia (igualmente, por miedo al sobrepeso el paciente suele comer compulsivamente y posteriormente toma laxantes, se provoca vómito, ayuna o hace ejercicio en extremo para no alterar su figura).

Asimismo, algunos estudios han arrojado resultados primarios al relacionar el padecimiento con personas que sufren trastornos psicosomáticos, es decir, dolencias físicas sin causa aparente creados por la mente, generalmente como consecuencia de problemas emocionales (depresión y ansiedad).

Independientemente de la psicoterapia o los tratamientos con psicofármacos, cualquier manifestación artística, deportiva, cultural, social, política o religiosa, que permita integrar las emociones, resultan muy valiosas para posibilitar un aprendizaje difícil, pero posible.El coaching y la programación neurolingüística, suele también aportar herramientas muy valiosas y experiencias vivenciales, que también facilitarán el camino a integrar "el sentir".

Como cierre, les transcribo una pregunta , que nos propone el Dr. Alonso-Fernández, miembro de la Real Academia Española de Medicina, muy útil para identificar este padecimiento:¿Cómo se sentiría si viera venir hacia usted un camión a más de 100 kilómetros por hora? Él nos indica que mientras la respuesta más habitual es "me sentiría aterrado o paralizado o echaría a correr", el alexitímico contestaría sin dudar "no sé", y se quedaría muy tranquilo sin preocuparse por tal cuestión.

Claro que su "no se", es una certeza, que sólo puede tener, quien aún no se animó a vivir.

Lic. Fabiana Andrea Mendez http://www.construyamossalud.com.ar/

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