INADI: escuelas y barreras en la ciudad al tope de los reclamos
Las denuncias más comunes: el maltrato entre alumnos y las trabas en la calle para discapacitados.
La titular del INADI (Instituto Nacional contra la Dis-criminación, la Xenofobia y el Racismo) delegación San Luis, Marina Ziliotto, destacó que la mayoría de las presentaciones que recibe su entidad corresponden a denuncias por maltrato verbal entre escolares en los colegios, reclamos de discapacitados y per-sonas que aducen discriminación en el ámbito laboral.
“El tema de la violencia escolar es terrible. Las agresiones se dan por cualquier cosa, por un compañero que tiene sobrepeso, usa anteojos, es nuevo, o padece alguna enfermedad específica como diabetes. Son bromas entre los chicos en donde uno de los padres hace finalmente la denuncia correspondiente” reveló Ziliotto, quien observa, a pesar de lo variado del repertorio de ofensas, una tendencia a que los niños insulten por la condición socioeconómica. “Por esto se agreden muchísimo. Un ejemplo se da es cuando uno no tiene las zapatillas de marca” subrayó.
La funcionaria indicó que muchas veces las agresiones en las escuelas derivan del “miedo a lo desconocido” que tienen los chicos, algo que los hace “tratar de manera diferente al otro”. Reconoció igualmente que este es una realidad difícil y que es necesario trabajar mucho para
modificarla, debido a que los niños son parte de una sociedad que muestra niveles de agresividad elevados.
Otra de las presentaciones frecuentes en la delegación puntana corresponden a los reclamos de los discapacitados “Son constantes durante todo el año y están motivadas por la presencia de barreras arquitectónicas. Hay lugares en los que no pueden entrar porque no hay rampas o se ven im-pedidos de usar los baños ya que éstos no tienen las características para hacerlos adecuados a sus necesidades” afirmó.
Ziliotto remarcó que un problema de discriminación frecuente que sufren los discapacitados es cuando quieren usar el servicio interurbano de pasajeros. “Piden un pasaje de larga distancia y le dicen que el micro está lleno o que no hay lugar. Pero después ven cómo otro que está atrás
si retira el boleto. Esto ocurre porque ellos cuentan con el derecho de poder viajar de manera gratuita” dijo.
El trabajo es un ámbito que también genera denuncias, con presentaciones originadas porque una persona siente que ha sido discriminada por su aspecto físico o por presentar alguna enfermedad, si bien también hay casos debido a la falta de cobertura de las obras sociales en la atención de personas que padecen sobrepeso o trastornos alimenticios como bulimia y anorexia.
Las diferencias en poder adquisitivo también ocasiona inconvenientes. “Tenemos muchas denuncias de personas que son maltratadas por asuntos de pobreza cuando va a solicitar un servicio público, o al acudir al hospital ya que sienten que no se los atiende en tiempo y forma”. Los puntanos no manifiestan en general xenofobia o racismo hacia otras etnias o nacionalidades; el número de exposiciones que recibe la delegación por este asunto es menor al de los casos anteriores. Zilliotto dijo que el incremento de las denuncias que recibe el INADI es consecuencia del conocimien-to de la ciudadanía sobre la organización.
Recuadro:
La delegación del INADI en San Luis, una institución que abrió sus puertas a principios del 2008, tiene como objetivo la agilizar la resolución de los problemas. “Tratamos que la denuncia sea la última opción y que el problema encuentre una respuesta a través de la resolución rápida de los conflictos. Eso le sirve a la dos partes” destacó la funcionaria. En caso de no haber entendimiento la denuncia queda establecida y constituye en un dictamen administrativo que corrobora el acto de discriminación, un documento útil para acudir la justicia.
Las denuncias más comunes: el maltrato entre alumnos y las trabas en la calle para discapacitados.
La titular del INADI (Instituto Nacional contra la Dis-criminación, la Xenofobia y el Racismo) delegación San Luis, Marina Ziliotto, destacó que la mayoría de las presentaciones que recibe su entidad corresponden a denuncias por maltrato verbal entre escolares en los colegios, reclamos de discapacitados y per-sonas que aducen discriminación en el ámbito laboral.
“El tema de la violencia escolar es terrible. Las agresiones se dan por cualquier cosa, por un compañero que tiene sobrepeso, usa anteojos, es nuevo, o padece alguna enfermedad específica como diabetes. Son bromas entre los chicos en donde uno de los padres hace finalmente la denuncia correspondiente” reveló Ziliotto, quien observa, a pesar de lo variado del repertorio de ofensas, una tendencia a que los niños insulten por la condición socioeconómica. “Por esto se agreden muchísimo. Un ejemplo se da es cuando uno no tiene las zapatillas de marca” subrayó.
La funcionaria indicó que muchas veces las agresiones en las escuelas derivan del “miedo a lo desconocido” que tienen los chicos, algo que los hace “tratar de manera diferente al otro”. Reconoció igualmente que este es una realidad difícil y que es necesario trabajar mucho para
modificarla, debido a que los niños son parte de una sociedad que muestra niveles de agresividad elevados.
Otra de las presentaciones frecuentes en la delegación puntana corresponden a los reclamos de los discapacitados “Son constantes durante todo el año y están motivadas por la presencia de barreras arquitectónicas. Hay lugares en los que no pueden entrar porque no hay rampas o se ven im-pedidos de usar los baños ya que éstos no tienen las características para hacerlos adecuados a sus necesidades” afirmó.
Ziliotto remarcó que un problema de discriminación frecuente que sufren los discapacitados es cuando quieren usar el servicio interurbano de pasajeros. “Piden un pasaje de larga distancia y le dicen que el micro está lleno o que no hay lugar. Pero después ven cómo otro que está atrás
si retira el boleto. Esto ocurre porque ellos cuentan con el derecho de poder viajar de manera gratuita” dijo.
El trabajo es un ámbito que también genera denuncias, con presentaciones originadas porque una persona siente que ha sido discriminada por su aspecto físico o por presentar alguna enfermedad, si bien también hay casos debido a la falta de cobertura de las obras sociales en la atención de personas que padecen sobrepeso o trastornos alimenticios como bulimia y anorexia.
Las diferencias en poder adquisitivo también ocasiona inconvenientes. “Tenemos muchas denuncias de personas que son maltratadas por asuntos de pobreza cuando va a solicitar un servicio público, o al acudir al hospital ya que sienten que no se los atiende en tiempo y forma”. Los puntanos no manifiestan en general xenofobia o racismo hacia otras etnias o nacionalidades; el número de exposiciones que recibe la delegación por este asunto es menor al de los casos anteriores. Zilliotto dijo que el incremento de las denuncias que recibe el INADI es consecuencia del conocimien-to de la ciudadanía sobre la organización.
Recuadro:
La delegación del INADI en San Luis, una institución que abrió sus puertas a principios del 2008, tiene como objetivo la agilizar la resolución de los problemas. “Tratamos que la denuncia sea la última opción y que el problema encuentre una respuesta a través de la resolución rápida de los conflictos. Eso le sirve a la dos partes” destacó la funcionaria. En caso de no haber entendimiento la denuncia queda establecida y constituye en un dictamen administrativo que corrobora el acto de discriminación, un documento útil para acudir la justicia.
.jpg)
0 comentarios:
Publicar un comentario