sábado, 2 de octubre de 2010

El desafío de reemplazar las drogas por un proyecto de vida

Sábado 2 de Octubre de 2010 | Yago Di Nella afirma que la internación puede convertirse en privación de la libertad. El director nacional de Salud Mental y Adicciones sostiene que las drogas no son la causa excluyente de la delincuencia juvenil.

Aunque la realidad a veces indique lo contrario, se niega a asociar -de buenas a primeras - las drogas con la delincuencia juvenil. "Que estén juntas no significa que una sea producto de la otra", rebate el psicólogo Yago Di Nella. El director nacional de Salud Mental y Adicciones también critica el facilismo de la internación. "No es la solución, sólo es necesaria muy pocas veces y por un tiempo corto cuando hay intoxicación, por ejemplo", advierte. Pero además señala que si este recurso es usado inadecuadamente puede convertirse en "una privación de la libertad". Para él, la solución pasa por un tratamiento integral.

Derechos humanos
Con un pensamiento atravesado por los principios de los derechos humanos, a los que debe en gran parte su formación, Di Nella vino a Tucumán ayer para participar de la mesa panel sobre "Políticas públicas en asistencia de las adicciones", organizada por la Facultad de Psicología de la Universidad Nacional de Tucumán (UNT). Antes visitó al secretario de Salud,Fernando Avellaneda, para conocer y apoyar los proyectos de prevención de la drogadicción que lleva a cabo la Provincia.

En conversación con LA GACETA, Di Nella destacó que la Nación da apoya a las provincias con proyectos de reforma y mejoramiento de los procesos de atención en salud mental y adicciones como lo tiene Tucumán. Para este rionegrino, formado en la Facultad de Psicología de Universidad Nacional de La Plata (UNLP), la apuesta está en la inclusión sociosanitaria de las personas con trastornos mentales y adicciones. "Esta propuesta de Nación consiste en mejorar los servicios del primer nivel de atención para que sean accesibles a las personas con trastornos mentales y adicciones, y mejorar el segundo nivel. De esta forma, las instituciones de rehabilitación (específicas) podrían realizar un efectivo proyecto de recuperación y reinserción del adicto en la sociedad", dijo.

"Sabemos que la drogadependiencia es una problemática compleja, con temas vinculados al trabajo, a la educación, al desarrollo humano, a la familia... Por lo tanto, la respuesta también es compleja. Y una de las claves del proceso es la integración social para que la persona pueda reemplazar la sustancia por un proyecto de vida saludable. Para eso hay que trabajar en todas las esferas de su vida", añadió. Los programas de Nación justamente proponen el trabajo mancomunado entre profesionales de la Salud, de Desarrollo Social y otras áreas gubernamentales.

Un modelo de exclusión
Según Di Nella hay un motivo por el cual fracasan casi todos los tratamientos de rehabilitación: "es el hecho de que históricamente se ha operado en el campo de las adicciones por la vía de la exclusión de la persona. La idea de considerarlas peligrosas para la sociedad ha llevado a excluirlas", disparó, en clara alusión al recurso de la institucionalización.

"El problema de la internación es que puede transformarse en una privación de la libertad. Y en ese pasaje de la internación como tratamiento, a la internación como reclusión se genera más exclusión y más deterioro subjetivo del paciente. De esta suerte, la situación de la persona está mucho peor a como entró, aumenta su aislamiento vincular, su inserción laboral y cada vez tiene menos posibilidades de revertir el abandono de la escuela", sentenció.

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