Se llama "Br 135" y es considerada una de las tres ultramaratones más difíciles del mundo. El número 135 alude a las 135 millas de su recorrido (217 kilómetros), que se sigue a través de la Sierra de Mantiqueira, en Minas Gerais, Brasil, siempre en ascenso y siempre atravesando la selva amazónica bajo lluvias permanentes, de día y de noche.
Susana Segurel, única mujer ultramaratonista de La Plata, describe con entusiasmo el recorrido que deberá seguir a partir del 23 de enero, cuando se largue una prueba que si por algo se caracteriza es por ser estrictamente selectiva: "sólo corren 50 personas, elegidas rigurosamente por su curriculum entre aspirantes que se presentan cada año desde distintos países del mundo", cuenta.
Y dentro de ese medio centenar de competidores, de los cuales sólo 6 son mujeres, Segurel tiene una característica especial: su propósito. Porque al inscribirse en la prueba hizo pública una propuesta. La de convocar a voluntarios dispuestos a pagar un peso por cada kilómetro que recorra.
Lo recaudado será utilizado en repetir la proeza que el año pasado llevó al grupo de atletas discapacitados Los Chasquis, que Segurel entrena, a cruzar Los Andes en el marco de una experiencia pionera en su tipo.
"La actuación de Los Chasquis en la Posta Atlética Cruce de los Andes, que participaron fuera de competencia, fue tan importante, que a partir de ella se creó una categoría para que los atletas discapacitados puedan empezar a competir. El tema es que es una carrera cara y a las personas con discapacidades les cuesta afrontar ese costo. De ahí que mi intención es que cada voluntario done un peso por kilómetro recorrido en 'Br 135' tanto en la Argentina como en Brasil", dice Segurel.
FUERTE ENTRENAMIENTO
La carrera representa un desafío importante para la ultramaratonista platense que por estos días entrena ocho horas diarias para alcanzar el objetivo, seguida de cerca por un equipo integrado por un entrenador (Alberto Cabaleiro), un preparador físico (Cristian Caseres), dos cardiólogos (Vicente Ciancio y Pedro Oliveri) y un deportólogo (Alberto Ricart).
"La intención es terminar la carrera o sumar la mayor cantidad de kilómetros recorridos para recaudar fondos que permitan a los 12 integrantes de Los Chasquis, que son atletas con distintas discapacidades y entre los cuales los hay en sillas de ruedas, ciegos y amputados, puedan competir en la próxima edición del cruce de Los Andes, un derecho que se ganaron con su buena actuación en la última edición de la carrera".
Fuente. http://www.eldia.com.ar/edis/20091231/informaciongeneral6.htm
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