sábado, 16 de enero de 2010

"Un día me quedé a dormir y no me fui más"


Cuando yo tenía 8 años nos vinimos de Córdoba, junto a mi mamá y mis 15 hermanos, a vivir a Buenos Aires. Nos instalamos a la vuelta de los Hogares La Paz (hogareslapaz@escape.com.ar), ubicado en la zona de Avellaneda. Como mi familia era muy numerosa yo siempre andaba dando vuelta por el barrio y me hice amigo de algunos pibes que vivían en el hogar. Con el tiempo empecé a ir al apoyo escolar que brindaban y conocí al padre Eliseo. De a poco me fui integrando hasta que un día me quedé a dormir y no me fui más.
Los recuerdos más gratos que tengo de mi infancia son cuando con Eliseo salíamos de vacaciones o de campamento, el fútbol por la tarde, las mesas largas en el hogar, cuando me enseñó a manejar y miles de recuerdos más.
Parte del proyecto del hogar era que los adolescentes que vivíamos ahí aprendiéramos un oficio además de ir a la escuela. Por eso se construyó un edificio al lado donde funcionaban los talleres de oficio como imprenta, cerámica y técnicas audiovisuales, entre otros. Estos talleres estaban abiertos a la comunidad y ahí conocí a Alejandra, mi actual mujer, que vivía a dos cuadras del hogar.
Cuando nos casamos nos fuimos a vivir a la casa de mi mamá, pero nunca nos desvinculamos del hogar. A tal punto que Eliseo nos propuso que fuéramos a vivir a la manzana donde hoy se centralizan la mayor parte de las actividades de los Hogares La Paz. Aceptamos pero no fuimos solos porque ya teníamos a Nicolás de 3 años y Santiago que venía en camino.
A partir de ahí nos integramos a la convivencia diaria del hogar. Lamentablemente el 3 de diciembre de 2001 fallece Eliseo después de padecer una larga diabetes y, como en cualquier familia, los mayores nos tuvimos que hacer cargo del hogar tratando de sostenerlo a través de la autogestión y autofinanciación, como Eliseo nos había inculcado.
No es fácil pero con Alejandra no estamos solos. Nos acompañan amigos y compañeros que apuestan a este proyecto de vida. Si bien los Hogares La Paz empezaron como albergue para niños y adolescentes en riesgo social, a partir del año 1999 se decidió no ingresar más niños. Hoy la estrategia consiste en poner a disposición de los barrios el grupo interdisciplinario de profesionales, educadores, colaboradores y miembros de la comunidad y reforzando las actividades del hogar, para ayudar a fortalecer los núcleos familiares y que los pibes no se vayan de sus hogares ni de su barrio.
Nosotros, junto con otros compañeros y educadores populares, sostenemos diariamente las actividades que se llevan a cabo en los hogares (apoyo escolar, taller de mimbre, folklore, cerámica, radio y comunicación, defensoría de la mujer, asesoramiento jurídico, taller de artes graficas, cine, primaria para adolescente y adultos, juegoteca, recreación, atención pediátrica y biblioteca).
Apostamos a otra manera de ser iglesia, buscamos construir una sociedad más justa y equitativa donde todos podamos tener los mismos derechos, donde no perdamos la dignidad.
Eliseo nos enseñó a vivir para los más pobres y no solamente para nuestros hijos. Así lo vemos Alejandra y yo, desafiando todos los días a la construcción de una sociedad nueva, un compromiso de opción por los más desprotegidos que son los niños.
El autor junto a su mujer, Alejandra, son los responsables de Hogares La Paz
Por Ramón Morán Para LA NACION

0 comentarios:

 
Sumemos :: Temática Social, Discapacidad y Grupos Vulnerables © 2008